Felicidades para ampliar su familia, ahora llega el punto de saber cómo introduciremos al bebé a su mascota. Los animales sufren estrés frente a cualquier cambio así que intentaremos que este cambio sea gradual. Las rutinas que se realizarán en la vida diaria cambiarán y ya no habrá tanto tiempo para el animal ya que el tiempo se dividirá por dos o más.
Durante el embarazo
Ya desde el embarazo los cambios se empezarán a notar, por tanto, debemos evitar que el animal asocie estos cambios con situaciones negativas ya que acabaría asociándolas con el bebé. Por tanto debemos hacer que todos estos cambios sean lo más agradable posible para el animal. Reducir el estrés y mantener la situación lo más calmada posible, si ustedes están nerviosos o demasiado atentos a lo que hace el perro, lo notará.
Controlar conductas no deseadas: Evitar que el perro salte sobre la gente.
No olvidar al perro: será inevitable dar menos atención al animal, pero debemos intentar buscar tiempo para jugar con él. El tiempo de interacción se irá reduciendo gradualmente y habrá que realizar un Planning de qué rutinas se tendrán que eliminar y hacerlo poco a poco.
Zonas de restricción: Si por ejemplo no queremos que el animal entre en la habitación del bebé podemos utilizar barreras. El perro debe saber estar solo, y separado de los niños. Éstas también se harán gradualmente.
Durante las reformas: el perro podrá "participar" en la reforma de la habitación de los niños, podrá oler los nuevos muebles, camas y que pueda investigar con libertad.
Entrenar la llegada a casa: Podemos llevar una muñeca, simulando al bebé. Es necesario que todo sea lo más tranquilo posible ya que debemos transmitir calma y evitar la ansiedad. Dejar la muñeca en el sofá, entrar con el cochecito del bebé, etc. son rutinas que deberemos practicar antes de que llegue el bebé… Para acostumbrar al perro a los llantos, se puede hacer con grabaciones de otros niños. Cuando el bebé llore mantener la serenidad y si el perro presenta una conducta positiva premiarle.
Llegada del bebé a casa
Si hemos seguido las pautas anteriores correctamente no debe haber problemas. El primer día en que el bebé llegue a casa es muy importante mantener la calma. Debemos permitir que el perro asuma al bebé mientras nos agachamos suavemente y dar premios, después, dejar olfatear otra vez al bebé para que el perro asocie al bebé con algo positivo, y volver a dar golosinas. Es muy importante nuestro lenguaje corporal, debemos estar tranquilos y serenos huyendo de cualquier estado de excitación y evitar transmitir inseguridad o miedo al animal.
Pueden utilizarse feromonas (en spray o difusor) para lograr un ambiente más relajado, esto es especialmente importante en los gatos, ayudan a reducir mucho el estrés debido a grandes cambios.
Durante los primeros meses habrá que vigilar y evitar crear asociaciones negativas como apartar al perro de mala manera cuando se acerca al bebé, llamarle o castigarle si entra en zonas restringidas, excitarnos y ponernos nerviosos cuando llore, etc. … Enseñaremos al perro a pasear junto al cochecito que siga su ritmo, también será un buen ejercicio.
Será también importante que el bebé aprenda que el perro no es un juguete, pero que podría ser un buen compañero de juegos.
Recuerde que si tenemos un niño de menos de 3 años de edad la pauta de desparasitación interna del animal será cada mes en vez de cada 3 meses.
En definitiva, es importante empezar a preparar la llegada del bebé de manera gradual desde el principio del embarazo y siguiendo las pautas de su veterinario.